Una puertecita tras un archivador que conduce a la mente de John Malkovich.
Como si de Shakespeare se tratara, la intrusión de un elemento puramente fantástico en una realidad casi absurda hace cuestionar las pequeñas cosas.
En un juego de identidades de repuesto y de marionetas controladas por sus amos, Spike Jonze analiza nuestro miedo a cambiar, pero sin dejar de desear ser otra persona. La irracionalidad hecha cine, eso intenta capturar.
Como si de Shakespeare se tratara, la intrusión de un elemento puramente fantástico en una realidad casi absurda hace cuestionar las pequeñas cosas.
En un juego de identidades de repuesto y de marionetas controladas por sus amos, Spike Jonze analiza nuestro miedo a cambiar, pero sin dejar de desear ser otra persona. La irracionalidad hecha cine, eso intenta capturar.
No es casualidad que su protagonista sea un titiritero, ese siempre agradecido John Cusack haciendo de Craig, un parado sin ambiciones ni ilusión, porque carece de los incentivos para hacer nada más con su vida. En un mundo donde celebridades financian películas con su nombre, ¿a quien le apetece luchar para ver su nombre en las portadas?
Cuando llega la oportunidad para tener un atajo, todo el mundo se echa encima.
Craig, su compañera de trabajo independiente Maxine y hasta su esposa Lotty, todo para experimentar durante unos gloriosos minutos la sensación de ser una estrella de cine, ajena a cualquier problema más mundano.
Y tampoco una estrella de cine particularmente exitosa o guapa: habría sido muy fácil meterse en la cabeza de Johnny Depp, pero no, John Malkovich es el elegido, según se dice, alguien "sobrevalorado" y no "demasiado atractivo". Palmas con las orejas al bueno de Malkovich, por atreverse a parodiar su vida de esa manera.
Craig, su compañera de trabajo independiente Maxine y hasta su esposa Lotty, todo para experimentar durante unos gloriosos minutos la sensación de ser una estrella de cine, ajena a cualquier problema más mundano.
Y tampoco una estrella de cine particularmente exitosa o guapa: habría sido muy fácil meterse en la cabeza de Johnny Depp, pero no, John Malkovich es el elegido, según se dice, alguien "sobrevalorado" y no "demasiado atractivo". Palmas con las orejas al bueno de Malkovich, por atreverse a parodiar su vida de esa manera.
Pronto, queda claro que la excusa es John Malkovich, en realidad, tanto Craig como Lotty están atrapados en su adoración por Maxine, por lo que utilizan su particular avatar para estar cerca de ella, dejando todo más al borde del ridículo si cabe.
Que estar en la mente de un actor prestigioso pierda todo su sentido porque una manipuladora te ha dicho que te prefiere dentro de él parece la broma final de Spike Jonze, demostrando que aún con todo seguimos buscando el reconocimiento de una persona en especial, el resto nos dan igual, estemos donde estemos.
Que estar en la mente de un actor prestigioso pierda todo su sentido porque una manipuladora te ha dicho que te prefiere dentro de él parece la broma final de Spike Jonze, demostrando que aún con todo seguimos buscando el reconocimiento de una persona en especial, el resto nos dan igual, estemos donde estemos.
El patetismo se adueña de la función, con Craig manejando a Malkovich como si de una marioneta se tratara, viviendo su vida a través de él sin importarle mucho que le pueda pasar a su propia identidad.
Dispuestos a todo, hasta de perdernos a nosotros mismos cuando vemos la salida simple a todos nuestros problemas de reconocimiento y trabajo.
Dispuestos a todo, hasta de perdernos a nosotros mismos cuando vemos la salida simple a todos nuestros problemas de reconocimiento y trabajo.
'Como ser John Malkovich' acaba siendo un esperpento casi cómico sobre nuestra incapacidad para realizarnos, y nuestra necesidad de fagocitar otras vidas para dotar de sentido la nuestra.
No somos especialmente buenos para nada. Pero probando en la cabeza de alguien que sí lo es... quién sabe.
No somos especialmente buenos para nada. Pero probando en la cabeza de alguien que sí lo es... quién sabe.
Nota: 8 / 10
Buen análisis!! A mi "Being John Malkovich" me encantó. Lo que me fascina de Charlie Kaufman como guionista, es que tiene una capacidad increíble para general surrealismo simbólico con una fuerte metatextualidad. Lo hizo también con “Adaptation”, “Eternal Sunshine of the Spotless Mind”, etc. Es un tipo muy ingenioso y sabe manejar muy bien el suspenso.
ResponderEliminarEsta es una comedia negra brillante, que más de una década después, sigue siendo un clásico absolutamente sublime. Una trama cautivadora que permite varios niveles de interpretación, actuaciones fantásticas y un guión más que sólido.
Te invito a mi propio análisis de "Como ser John Malkovich" en mi página: http://on.fb.me/154AXPL
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