Al principio, Boris Vian, autor de el libro en que se basa, nos avisa "Esta historia es totalmente real. Así la imaginé yo."
Un pequeño recordatorio, una vez más, de que la vida sin fantasía, sin capacidad de ver lo extraordinario en lo ordinario, no tendría sentido.
Un pequeño recordatorio, una vez más, de que la vida sin fantasía, sin capacidad de ver lo extraordinario en lo ordinario, no tendría sentido.
Por eso durante unos segundos, nuestra mente amenaza con estallar y no ver más.
Michel Gondry, qué sorpresa, ha cruzado la línea sin red, sin ningún tipo de reserva, capturando la historia sobre un amor colosal y loco en un París deslumbrante de maravillas.
¿Hipérbole injustificada? Yo creo que no. ¿Cuántas veces el amor no es una fuerza que arrastra con todo y transforma nuestro mundo en algo más de lo que era antes?
Michel Gondry, qué sorpresa, ha cruzado la línea sin red, sin ningún tipo de reserva, capturando la historia sobre un amor colosal y loco en un París deslumbrante de maravillas.
¿Hipérbole injustificada? Yo creo que no. ¿Cuántas veces el amor no es una fuerza que arrastra con todo y transforma nuestro mundo en algo más de lo que era antes?